El hombre libre nace del contenido de su conciencia sin influencias dadas.
La libertad reside en la conciencia del hombre, es pura observación.
Debemos encontrar la verdad a través de los contenidos de nuestra mente, a través de la observación. Solo así llegaremos a entender lo que realmente somos como seres singulares. La única relación auténtica y duradera que vamos a vivir a lo largo de toda nuestra vida es la relación que mantendremos con nosotros mismos.
La carga de imágenes que nos han sido dadas dominan nuestra vida diaria; religión y política dividen a los hombres ya que son conceptos preestablecidos. Si estamos dominados por un pensamiento externo a nosotros, por el pasado y por el futuro no hay evolución psicológica posible. Las creencias y los ideales nos muestran un solo color y falsean la verdadera percepción.
Cuando hay negación a todas esas influencias se organiza un pensamiento libre y una conciencia propia y solo entonces hay amor que es compasión e inteligencia.
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