

Teresa Alarcón
En este blog pretendo compartir todo el material escrito a lo largo de los años en poesía y prosa y seguir transformando en palabras situaciones que observo y pensamientos derivados de las mismas. Evidentemente hay una evolución, que se aprecia mucho más en la poesía que en la prosa, en todo lo que iré presentando aquí, ya que comencé muy joven y la juventud quedo muy atrás.
Me cuesta trabajo describirme y quizá cualquier cosa que dijera no coincidiría nunca con lo que los demás ven en mí. He tenido una trayectoria profesional que ha estado muy condicionada por mis circunstancias personales. Mi formación estuvo enfocada hacia el campo de la educación. Compatibilicé mis estudios con mi trabajo en RTVE y allí estuve durante 20 años. Con 45 años saque plaza en las oposiciones de Educación Musical, cuando esta especialidad se implantó por primera vez en la enseñanza española y a ello me he dedicado, tras pedir una excedencia en RTVE, hasta mi jubilación.
Siempre fui una gran lectora desde muy pequeña. Los cuentos de Andersen, de Grimm que todavía conservo fueron mis primeras lecturas; más tarde Emilio Salgari con su personaje Sandokan me apasiono y también desbocaron mi imaginación. No tuve muchos amigos de niña y los libros me hacían pensar, viajar y también soñar, algo que muy pocos amigos son capaces de hacer. En poesía leer a San Juan de la Cruz con 18 años fue una gratificante revelación. Las coplas de Jorge Manrique a la muerte de su padre me impresionaron como un poema perfecto en forma y contenido. En prosa me atrae cualquier libro que aporte conocimiento y reflexión sobre temas que me interesen. La novela histórica, si es buena, me parece fascinante. También me interesa la filosofía aplicada a la vida diaria y para ello nada mejor que la lectura de Fernando Savater.
Así que no fue difícil empezar a escribir. Descubrí también que a través de la escritura podía conocer mejor a los demás y también a mí misma ya que a medida que el bolígrafo comienza a volar por el papel lo que antes era un caos de ideas comienza a cobrar un orden.
La poesía me ayuda a canalizar mis emociones tanto en lo que observo como en lo que siento. Mi poseía difiere de la poesía que se hace actualmente ya que la mía tiene cierto ritmo algo que cuesta encontrar en la poesía contemporánea que he leído y que desde mi punto de vista es prosa poética. Aunque algunas de ellas son una belleza, eso sí.
En mis relatos me gusta tocar temas como la vejez, la niñez, el miedo, la violencia de género, la pareja, la familia, la enfermedad y algunos aunque en menor medida se adentran en el terreno de la fantasía. Creo que escribir relato breve es una práctica muy completa ya que la sensación de progreso es más continua y fluyen con facilidad. Utilizo en ellos expresiones sencillas y tramas, en la mayoría de ellos, de la vida cotidiana. Me limito a presentar escenarios, situaciones para que el lector sea el que juzgue, no yo.
Hace dos años escribí un libro, “Una mirada atrás”. Un viaje a través del tiempo. Narra la historia de mi familia vinculada a los acontecimientos sociales y políticos que les tocó vivir. Comienza a mediados del siglo XIX y termina en la segunda década del 2000. Este trabajo pudo realizarse gracias a todo el material que mis padres guardaron durante toda su vida. Recortes de prensa, artículos, fotos, etc, todo ello unido a un trabajo de investigación personal.
Saludos.