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Poesía

El cerro.

Ladera abajo

mezcladas entre jaras

y húmedas en lágrimas

van cayendo palabras…

palabras, en láudano bañadas

que en el cerro del amor, dieron a luz amor en la agonía.

Palabras en oración vertidas,

clamor de corazones desgastados, en hombres

que mudos y en tinieblas se ocultan

tras el muro que tienen levantado.

Gentes que rondan los caminos

con los ojos vendados,

ocultos por la nieve, blancura del mundo que soñaron.

En el cerro del amor

de cenizas en sangre,

nacen hombres paridos del suplicio,

del llanto y del dolor del cuerpo frio.

En contracciones vuelta al sacrificio,

la mujer, con los surcos del llanto

tiende su mano temblorosa

al hombre arrodillado,

cristales son sus ojos,

sentidos rotos,

el corazón truncado,

y madre del dolor y ya sin hijo,

otros le vienen dados paridos del suplicio,

del llanto, del dolor, del cuerpo frío.

El viento silba,

y secas, gotas de lluvia en el madero suenan.

Unas notas perdidas,

un réquiem de dolor al aire llevan.

En la historia escrito queda,

y grabadas en piedra

las palabras se crecen.

…Y al fin, de cenizas en sangre,

hombres paridos del suplicio

renacen, del llanto y del dolor,

del cuerpo frio.

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