Se fue la primavera
la juventud se perdió en la hojarasca,
y este otoño que vivo
cansa mi corazón poquito a poco.
Recuerdo nuestro hogar…
lugar que vino a ser
como un baile de máscaras,
y este, mi baile,
melódico al principio, aunque sin armonía,
era un tam tam monótono
y su ruido no deja hoy espacio a la poesía.