Tu agonía es mi agonía,
tu dolor es hoy mi llanto,
mil lamentos que lanzara no cubren siquiera un trecho
de tu sangre en mi regazo.
Mi gran pequeño tesoro
quiero cantarte hoy despacio…
no quiero mirar atrás por un camino ya andado,
debes trazar uno nuevo,
debes sembrarlo, mimarlo.
Camina por tu camino, siembra rosas y no llanto, labrador
solo tú puedes trazarlo.
Artífice de tu destino, solo tú puedes pintarlo
en este canto a la vida, tu vida que está llamando,
tímida vida que emerge al renacer de tus años,
al encuentro claro y limpio de mil estrellas hermanas
que te esperan a su paso.
Mi gran pequeño tesoro
lánzate al mar sin descanso y guerrea entre las olas
de triunfos y desánimos,
son impostores inertes que confundirán lo andado.
Inunda el alma de luz y vive sin desencanto.
Si tu fe nace de ti tu camino está creado.