Llueve,
entre la plata y el metal de la calzada,
y estas gotas de agua me están limpiando el alma.
El sol se me escondió y entre tinieblas
gané la libertad, y di la soledad como moneda.
Atrás quise forjar, un mundo de ilusión,
una quimera,
me reinventé el amor, di, perdí,
y siempre confundí la mejor senda.
Llueve,
y hoy, por aquello que luche
ya me golpea,
esperando de mi mejor respuesta.
Entre la plata y el metal de la calzada llueve…
y estas gotas de agua, me están templando el alma.
En la noche…. el agua por el cristal avanza
fundiendo en una sola las gotas de mi cara.