Castilla,
región dormida en la conciencia de tus gentes,
Castilla eterna y poderosa,
Castilla del dolor y de la muerte.
Oscura como el mar
y como el mar serena y fuerte,
en ese mar de tierra
que templa el corazón de aquel que te comprende.
Castilla eterna,
eterna como el mundo
y como el mundo
cruel y hermosa
siempre paciente.
En tu historia durmieron
hombres recios y fuertes,
hombres de honor, embriagados en la dicha
y entregados en su muerte.
Hombres que con sus miserias
y como frutos silvestres
inclinaron la cerviz
ante la soberbia hoz
del ser, dueño de su suerte.
Castilla,
fuiste la luz
y el centro de un destino,
Castilla eterna y confiada,
enjuta y prieta
siempre hermosa
hermosa y placentera.