(Humor en el siglo XIV)
No abandones tu dama, no dejes que esté quieta,
siempre requieren uso mujer, molino y huerta;
no quieren en su casa pasar días de fiesta,
no quieren el olvido; cosa probada y cierta.
»Es cosa bien segura: molino andando gana
huerta mejor labrada da la mejor manzana,
mujer muy requerida anda siempre lozana;
con estas tres verdades no obrarás cosa vana.
»Dejó uno a su mujer (te contaré la hazaña;
si la estimas en poco, cuéntame otra tamaña)
Era don Pitas Payas un pintor de Bretaña,
casó con mujer joven que amaba la compaña.
»Antes del mes cumplido dijo él: –Señora mía,
a Flandes volo ir; regalos portaría.
Dijo ella: –Monseñor; escoged vos el día,
mas no olvidéis la casa ni la persona mía.
»Dijo don Pitas Payas: –Dueña de la hermosura,
yo volo en vuestro cuerpo pintar una figura
para que ella os impida hacer cuelquier locura.
Contestó: Monseñor; haced vuestra mesura.
»Pintó bajo su ombligo un pequeño cordero
y marchó Pitas Payas cual nuevo mercadero;
estuvo allá dos años, no fue azar pasajero.
Cada mes a la dama parece un año entero.
»Hacía poco tiempo que ella estaba casada,
había con su esposo hecho poca morada;
un amigo tomó y estuvo acompañada,
deshízose el cordero, ya de él no queda nada.
»Cuando supo la dama que venía el pintor,
muy deprisa llamó a su nuevo amador;
dijo que le pintase, cual supiese mejor,
en aquel lugar mismo un cordero menor.
»Pero con la gran prisa pintó un señor carnero,
cumplido de cabeza, con todo un buen apero.
Luego, al siguiente día, vino allí un mensajero:
que ya don Pitas Payas llegaría ligero.
»Cuando al fin el pintor de Flandes fue venido,
su mujer, desdeñosa, fría le ha recibido:
cuando ya en su mansión con ella se ha metido,
la señal que pintara no ha echado en olvido.
»Dijo don Pitas Payas: -Madona, perdonad,
mostradme la figura y tengamos solaz.
-Monseñor -dijo ella-, vos mismo la mirad:
todo lo que quisieres hacet; hacedlo audaz.
»Miró don Pitas Payas el sabido lugar
y vio aquel gran carnero con armas de prestar.
–¿Cómo, madona, es esto? ¿Cómo puede pasar
que yo pinté corder y encuentro este manjar?
»Como en estas razones es siempre la mujer
sutil y mal sabida, dijo: –¿Qué, monseñer?
¿Petit cordet; dos años, no se ha de hacer carner?
Si no tardaseis tanto aún sería cordel.
»Por tanto, ten cuidado, no abandones la pieza,
no seas Pitas Payas, para otro no se cueza;
incita a la mujer con gran delicadeza
y si promete al fin, guárdate de tibieza.
5 respuestas a «Pitas Payas . El Libro del Buen amor. (Juan Ruiz, Arcipreste de Hita)»
Nice poem for thoughts, Thanks
So long, do not leave a woman… good advice
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Es muy bueno este poema aunque al traducirlo pierde algo de su esencia. Quería preguntarte ¿como es que aparecen dos publicaciones mías en tu página: Babel y Pitas Payas? Es que no veo mi nombre o el nombre de mi blog por ningún lado.
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Lo lamento. lo acabo de compartir yo no edite Agregaré tu nombre ahora
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Gracias por compartirlo. Es que es la primera vez que veo esto y me he desorientado.
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no se confunda porque me encanta compartir buenos pensamientos en mi blog, mi diario en línea al que vuelvo a menudo incluso muchos años después, los buenos pensamientos y los poemas son preciosos
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