Década de los 70, un jueves frío de febrero. En un quirófano de algún hospital de Madrid una madre trae al mundo dos gemelos en el comienzo del séptimo mes de gestación.
Son dos chicos y nacen con 10 minutos de diferencia.
La madre pide verlos y se lo niegan, lo justifican diciendo que todo era un horror. La asustan.
La familia ve a uno de ellos en la incubadora, el padre se niega a verle. La madre está en la UCI.
Dos días mas tarde cuentan a la madre que el primer gemelo murió a las 3 horas de nacer y el segundo vivió un día. Ya están enterrados.
Al primer gemelo nadie le ha visto, las dos cajas blancas de los niños están cerradas.
Cuando la madre sale del hospital no siente nada, esta vacía.
La única documentación de que dispone de todo lo ocurrido son las dos tarjetas de enterramiento de ambos.
Los partes de ingreso y de alta del hospital se enviarían al domicilio. No recuerda si llegaron.
Conscientemente la madre quiso olvidar pero de una forma latente ellos seguían allí.
Ella siempre supo que todo fue extraño. Tenía muchas preguntas que nunca hizo porque sabía que la única respuesta era que ambos murieron.
Año y medio después tuvieron un niño, sano y fuerte.
El tiempo pasó y comenzaron a circular noticias con testimonios personales sobre irregularidades en los nacimientos ocurridos en esos años en los hospitales de toda España.
La madre comenzó a buscar respuestas a todas sus preguntas.
Busco la información que no tenia en el hospital y sorprendentemente se la dieron a pesar del tiempo trascurrido.
Aparece su ingreso en la fecha correcta por embarazo gemelar y toda la información de la evolución del segundo gemelo desde su nacimiento hasta su fallecimiento.
Del primer gemelo aquel que supuestamente vivió solo tres horas no hay absolutamente nada. No hay historial . Del segundo lo hicieron, del primero no ¿por qué?.
La madre ha seguido investigando en otros organismos oficiales pero duda que pueda conseguir saber al menos como fueron las primeras y ultimas horas en las que su hijo estuvo en este mundo, si es que murió.
Una noche cualquiera y por primera vez tuvo un sueño…
Era una casa antigua con un inmenso salón y allí estaban ellos. La madre sabía que estaban solos y sentía miedo. No se atrevía a mirarles y cuando por fin alzó los ojos noto que se movían, estaban vivos. Uno de ellos la miraba y sonreía, el otro extendía sus brazos hacía ella.
Con timidez la madre se acerco y durante mucho tiempo los tres fueron uno en un eterno abrazo.