La llama es luz que abrasa,
que dormida se enciende
al despuntar el alba.
y la nieve,
dulce dolor
que penetra en tu piel,
disfrazado de cálida esperanza.
Se asemeja a tus ojos
que fríos,
abrasan cuerpos en cálida mirada,
se asemeja a tus manos
que lenta,
muy lentamente,
resbalan por una piel cansada
en el silencio de un amor,
vivido sin palabras.
Hoy, la llama
me impide llegar hasta la nieve,
y en la soledad
de una noche entre tantas,
duermo tu ausencia en sueños
y me pierdo en la almohada.
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Anochecer
